Sus diversos tipos y aplicaciones han llevado a que se consolide como uno de los materiales más importantes de todos los tiempos, sobre todo por los altos niveles de resistencia que proporciona.
Para quienes quieren saber un poco más sobre este material y en especial de la resistencia del hormigón es importante concentrarse en analizar sus distintos tipos y ver qué es capaz de proporcionar cada uno. Porque existen una serie de características del hormigón específicas en las que coinciden todos los tipos, pero al mismo tiempo hay una serie de rasgos muy exclusivos en cada uno de los tipos.
Quienes trabajan con el hormigón están habituados a tratar con una gran cantidad de tipos entre los que hay algunos que resaltan más. Es el caso, por ejemplo, del hormigón ordinario, el más básico, cuya resistencia no aporta nada significativo más allá de la resistencia del cemento tradicional. Aunque reciba el nombre de ordinario, no es, ni mucho menos, el tipo de hormigón más utilizado.
Para trabajos en los que no sea necesario ningún nivel de resistencia el tipo más recomendable es el hormigón en masa. Este se caracteriza por no contar con ningún tipo de armadura de acero entre sus componentes, lo que lleva a que el nivel de resistencia sea mínimo. Debe ser utilizado con precaución y solo en aquellos casos específicos en los que sea imprescindible.
Totalmente opuesto es el hormigón armado, que refuerza la resistencia del cemento gracias a la presencia de armaduras de acero colocadas de forma específica con la intención de reforzar la resistencia. Es el hormigón por excelencia debido a que es capaz de resistir esfuerzos de tracción y compresión, de lo que se ocupan sus armaduras de acero. Su uso se lleva a cabo en la construcción de edificios, puentes y todo tipo de obras civiles, siendo una clara garantía para los profesionales que cuentan con este material.
De forma paralela son interesantes las características del hormigón pretensado y postensado, que destacan con altos niveles de resistencia aplicados a una serie de necesidades específicas. En el primer caso se produce el efecto de tensado antes del hormigón y en el segundo posteriormente. Tienen fines muy especializados y son muy resistentes, usándose por ejemplo, en la construcción de puentes y rascacielos.
La resistencia del hormigón también fluctúa en otros de los muchos tipos existentes. Por ejemplo, es de una gran capacidad en el caso del hormigón de alta densidad, que es utilizado para proteger estructuras de los efectos de la radiación. Conocer estos niveles de resistencia ayuda a entender con más precisión la importancia del hormigón en el sector de la construcción y en general en el mundo entero.