Esto implica que siempre está en la búsqueda de materiales más duraderos, eficientes y sostenibles que nos permitan contar con estructuras más eficientes, económicas, versátiles y mejor integradas al medioambiente.
Si bien es cierto que el cemento, el hormigón y los instrumentos asociados a la construcción tradicional (hormigoneras, elevadores, generadores, herramientas de corte y más) seguirán teniendo preponderancia, existen nuevas tendencias en este sentido. Cada vez son más las soluciones asociadas con la implementación de tecnología y fabricación con fines arquitectónicos más modernos.
Los materiales innovadores surgen a cada momento para tratar de resolver problemas puntuales que han sido heredados de los métodos industriales más comunes. Lo que se pretende es introducir nuevas técnicas de manufactura, el reciclaje de componentes contaminantes, el abaratamiento de los costos de construcción, reducir la huella de carbono, favorecer el ahorro energético, entre otros.
En este sentido, encontramos materiales que son biodegradables y que se usan para hacer edificaciones, muebles, artículos de uso diario, empaques y mucho más. Además de tener propiedades mecánicas que los hacen sólidos, livianos y duraderos, pueden encontrarse en abundancia. Caso claro son las balas de paja, bloques de plástico, ladrillos de colillas y otros ejemplos notables, como:
Este nuevo tipo de hormigón es más flexible, fuerte y duradero dado que está compuesto por microfibras poliméricas. Estas fibras sintéticas lo hacen más resistente al deslizamiento y reducen el tiempo de curación a la mitad.
Son bloques de plástico reciclado y su fabricación emite 95% menos CO2 que la forma convencional. Usando una plataforma modular, no hace falta clasificar o lavar el plástico, puede tener distintas dimensiones y densidades, y posee un gran aislamiento térmico y acústico.
Diseñados para ser parte de la ventilación, estos ladrillos funcionan como una aspiradora con filtración ciclón. Van situados al exterior para capturar las partículas contaminantes, filtrarlas y descargarlas en una tolva desmontable incorporada.
Creado por el Dr. en Ciencias mexicano José C. Rubio A., este material es capaz de absorber e irradiar energía luminosa. Ha sido concebido en función del ahorro energético.
Esta innovación incluye bancos para niños y adultos que son cultivados biológicamente para convertirse en muebles. Fabrican un chaise lounge y un asiento de bajo nivel hechos a partir de biolplástico.
Compuesta por burbujas de hidrogel en su interior, puede retener hasta 400 veces su volumen en agua. Esto le permite refrescar los espacios cuando la temperatura alta evapora el líquido capturado.
Pensando en la futura colonización de Marte, investigadores estadounidenses han creado una alternativa para la construcción con esta mezcla que venía desarrollándose desde los años 70. Más detalles sobre este innovador hormigón.
Para muchos es claro que los procesos industriales consumen muchos recursos no renovables, crean desechos tóxicos y gastan demasiada energía. En pro de crear un modelo más sustentable, es que surgen estas innovadoras ideas. Opciones enfocadas en contribuir con un desarrollo más ecoamigable, que esté en sintonía con reducir los efectos del calentamiento global y tenga tecnología verde.
Aunque su incorporación es paulatina, la sustentabilidad persigue procesos más eficientes que estén integrados a nuestro entorno. Puede ser que su viabilidad está condicionada por la aceptación o los costos, pero su desarrollo seguirá permeando las sociedades. Esperemos que en un futuro estos materiales formen parte inevitable de la construcción, arquitectura y concepción de las urbes futuras.
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