El trabajo con hormigón no solo requiere de herramientas de construcción fiables como las hormigoneras, herramientas de corte, elevadores y más. También exige técnicas que garanticen obras bien cimentadas, con una estructura sólida y un acabado duradero. Por eso nos parece fundamental tratar las diferentes aplicaciones de los encofrados.
El papel de los encofrados
Cuando hacemos referencia a los encofrados dentro de la construcción, hablamos sobre estructuras de apoyo con sus elementos auxiliares (cimbras, puntales tensores y celosías). Estos moldes temporales o permanentes son los encargados de contener el hormigón fresco hasta que el fraguado tenga las condiciones óptimas.
Hechas a partir de diferentes materiales, estas formaletas no deben deformarse por las fuerzas del concreto y aguantar las cargas del proceso. Además, su reutilización incide en los costes finales, al igual que su estanqueidad, que no debe permitir la pérdida de lechada, mortero o finos.
Clasificaciones de los encofrados
Dentro de la construcción, la labor del encofrado puede estar catalogada por su posición en la obra, el tipo de material de los moldes y la técnica relacionada con el proceso. Siguiendo este orden, encontramos:
● Encofrados horizontales.
Suelen ser estructuras apoyadas por elementos verticales como cimbras o apeos para soportar las cargas. En general, están destinados a la formación de losas, forjados y vigas.
● Encofrados verticales.
Al igual que los anteriores, estos moldes prefabricados o a medida deben estar sustentados por elementos auxiliares. Se utilizan para disponer de pilares, muros, columnas y más.
En conjunto con la categorización anterior, los tipos de encofrados pueden ser clasificados según el sistema de construcción o el material.
● Encofrado modular
También llamado normalizado, consiste en la aplicación de piezas prefabricadas y reutilizables hechas a partir de plástico o metal. En su instalación se utiliza una técnica en la que se ponen los moldes por fuera para contener el vaciado del hormigón. Incorporan herrajes, tornillos o clips que agilizan el proceso, y otros elementos auxiliares para mayor seguridad.
Estas piezas están indicadas para obras de gran envergadura en las que puede hacer uso de hormigoneras profesionales o industriales para una mezcla homogénea de concreto. Si piensa utilizar formaletas de plástico, lo sugerimos que lo haga en construcciones sencillas o cuando necesite una solución de bajo coste.
● Encofrado tradicional
En este sistema, el material de preferencia es la madera, que puede ser rolliza, aserrada o con contrachapado para repeler la humedad. A pesar de que su implementación toma más tiempo, tiene la ventaja de ser muy versátil en la creación de estructuras. Con frecuencia, este método se combina con piezas prefabricadas.
Este encofrado está recomendado para obras grandes, medianas o pequeñas, pero en especial las últimas dos. Junto al uso de hormigoneras eléctricas o de menor tamaño, puede ahorrar más en mano de obra al usar estos moldes en diseños más elaborados.
● Encofrado perdido
A través de este método no se pretende recuperar las formaletas que se utilizan durante el moldeado del concreto. Por esta razón, son comunes los materiales como la cerámica, el plástico o el cartón. Éste último está recomendado para los pilares redondos porque se obtienen resultados muy estéticos.
No hay preferencia con respecto a la envergadura de la obra, ya que el material queda unido de forma definitiva a la estructura. Para este proceso le recomendamos aprovechar la versatilidad de las hormigoneras eléctricas, a gasolina o profesionales. Puede complementar esta labor con herramientas de corte según los elementos auxiliares que necesite.
● Encofrado estructural
Como su nombre lo indica, este sistema pretende servir como apoyo estructural para los diferentes elementos de la obra. Este tipo de encofrado está representado por tubos huecos de fibra reforzada para las columnas y pilares. Funciona como un refuerzo axial y cortante que también sirve para evitar la congelación o la corrosión del hormigón.
Esta técnica también se distingue por representar un revestimiento efectivo para la consolidación del concreto. Tanto como refuerzo como una manera eficiente de moldear, puede emplearse en obras de pequeña, mediana o gran envergadura. Solamente tiene que asegurarse de contar con las herramientas de construcción idóneas para el trabajo.
● Encofrado deslizante
Este sistema se caracteriza por contar con moldes de poca altura que van formando secciones continuas a medida que se van desplazando por la estructura de hormigón. La ventaja que presentan es que los procesos de armado, encofrado, hormigonados y desmolde ocurren de manera simultánea.
El encofrado deslizante está recomendado para obras que varían de espesor y de altura o requieran secciones horizontales o verticales repetidas. Ideal para construcciones medianas o grandes, usted va a necesitar un sistema de elevación o un poliplasto confiable para movilizar con precisión los moldes. Otra ventaja de esta técnica es que le permite usar andamios y herramientas de construcción adecuadas.
● Encofrado de aluminio
También conocido como Flying for Systems (FSF), implementa módulos reutilizables de aluminio para estructurar las diferentes secciones de una construcción. Estas piezas están indicadas para el hormigonado de formas sencillas y en grandes superficies. Debido a su tamaño, hace falta el uso de grúas para desplazarlos e incluyen apoyos de alturas regulables que se pueden desmontar cuando haga falta.
Hemos visto los tipos de encofrados más frecuentes y en qué situaciones pueden ser aplicados según las recomendaciones de constructores expertos. Si tiene un proyecto de edificación importante y necesita contar con las mejores herramientas de construcción, en Umacon podemos ayudarle. Somos fabricantes y disponemos de la mejor maquinaria para sus proyectos más complejos.